El Presidente Vizcarra en sus últimas presentaciones mencionó que entre las regiones que se toman a la ligera la emergencia nacional por el Covid-19 está Piura, y me vino a la mente la etiqueta que lamentablemente se pone a los piuranos, que somos “dejados”, pasivos, poco participativos.
Pareciera que los piuranos no asumimos los problemas, que esperamos que otros se encarguen de solucionarnos las cosas, mientras miramos con actitud de indiferencia lo que pasa a nuestro alrededor. Esto lo he vivido y sentido, como miembro de una organización civil, junto a otros colectivos, cuando hemos intentado muchas veces despertar a los piuranos de su letargo ante alguna demanda ciudadana.
En esta situación de emergencia nacional y de crisis de salud toca decir Basta!! de indiferencia. Esta pandemia ataca a todos sin excepción, y esta vez Nadie!! nos va a solucionar el problema. Es momento que los piuranos demostremos que somos una tierra de gente solidaria y comprometida. No se nos está pidiendo que nos inmolemos haciendo un acto heroico, sino que cumplamos bien el aislamiento social quedándonos en casa, de esta manera nos protegemos unos a otros, a nuestras familias y evitamos que el virus se expanda masivamente y colapse nuestro sistema de salud.
Esta pandemia tiene que sacar lo mejor de nosotros, en el plano familiar viviendo este “toque de queda” en casa, con los nuestros, aprovechando para dedicarles el tiempo que solemos no tener; es el momento de cuidar con esmero especialmente a nuestros padres, abuelos, que son gente mayor y están en el rango más vulnerable.
Actuemos como ciudadanos que respetan a las fuerzas policiales y armadas que velan por el cumplimiento de la inamovilidad social en las calles, reconozcamos el trabajo valeroso del personal de salud y de otras instituciones de servicios esenciales. Se trata de madurar como ciudadanos, citando a Eugenio Artaza, “cada persona es (o debería ser) por propia convicción quien se autorregule cara a contribuir a crear ese mundo mejor. Es pasar del infantilismo egoísta (que espera que alguien le diga qué hacer y lo fuerce a hacerlo) a una madurez contributiva (donde levanto la vista de mi propia satisfacción para pasar a mirar y apreciar el placer de contribuir al todo)”.
El Covid-19 pone a prueba nuestra humanidad y sensibilidad social, que estas circunstancias adversas nos sirvan para sacar lo mejor de nosotros los piuranos, nuestra decisión personal de apoyar con responsabilidad, de respetar las indicaciones de las autoridades a conciencia, y que este momento sea un punto de partida para contribuir activamente a construir entre todos, como una comunidad unida, una sociedad mejor, que sabe salir de cualquier virus interno o externo que nos ponga a prueba.
Vigilia Ciudadana 